jueves, 28 de julio de 2011

ASALTO Y CARTA A CALDERÓN DESDE LA CALLE DE MEDIZ BOLIO

¡ME ACABAN DE ASALTAR CERCA DE CUERNAVACA!

Por livingstonvaught
 
Estoy cierto que no lo creerán: sin embrgo,  el escritor debe contar con la complicidad del lector…y si no, pues que se considere apócrifo, falso o delirante, ¡diantre! Soy viejo. Ni modo que a los 75 años me digan que soy “maduro”.Ni estoy ni estaré jamás en ese estado de  dorada madurez de ricas frutas… Y mientras Lupita me llevaba a hacer una diligencia vi en la parte posterior de un autobús  un anuncio que decía:
“Pídeme y te daré. Toca a mi puerta y te abriré…”
¿Dios por qué no me escuchas?
Apenas ayer protestaba porque habían asaltado a mi hermano y le habían quitado un flamante auto.
Y ahora: ¡Me asaltan al mediodía, en una calle de Acatlipa y me despojan de mi bolsa, con todos mis documentos y dinero. Pareciera que estamos condenados a padecer, a encontrar trabas, obstáculos y que se empeñan en hacernos sufrir sólo porque queremos una entrevista con el Presidente de la República. A veces, ¡hasta creo que hay complot!
Pareciera que a veces ni Calderón ni  Dios  nos escuchan.  Me dicen que estoy loco,  que ni modo que seamos  los únicos a los que todo les pasa, a los que no quiere recibir Felipe de Jesús.
–TODO MUNDO QUIERE VER AL SEÑOR PRESIDENTE!, alegan…
Me dicen que nos falta  energía para seguir adelante cada día, preocupados o frustrados por lo que deseamos y no alcanzamos; por aquello que Dios se empeña en quitarnos o poner tan alto que parece imposible obtener. Que comprendamos que el Señor no está allí sentado en su Sillón esperando a que un ujier nos pase para que se levante, nos extienda la mano y nos pregunte por qué queremos vender la bibliogteca magnífica de nuestro padre.
¿Será la culpa de Dios?… y si es mi culpa, ¿por qué Dios no nos ayudas? ¿Por qué permites que unos pelafustanes nos quiten libros, carteras, bolsas, cámaras y cuanta cosa pretendemos llevar ante el Señor de los Pinos para demostrarle que sí, se trata de la mejor biblioteca mexicana y que merece estar en el Centro Cultural de la Ciudadela que Él se empeña en transformar en la Capital libresca del mundo. Detrás, en la Enciclopedia de México, ESTOY YO, sÍ
SEÑOR PRESIDENTE°
Inclusive me exhortan a presentar una querella ante el Ministerio Público de Morelos. Les contesto, enfurruñado, que ese ministerio no existe que ni es público ni privado; que no vivimos en un Estado de Derecho, que hace más de 6 meses mi hija presentó una denuncia de hechos delictuosos y le han dado vueltas, le han hecho promesas y la han vituperado, humillado, ofendido y se han burlado a carcajadas e la pobre niña ilusa que creía que había justicia en México.
–Mira muchachita ingenua, aquí no más pierdes el tiempo, la dignidad y la paciencia yendo a esos antros, cavernas de burrócratas cínicos:  todo está pletórico de  injusticias sociales que nos hacen sentir solos y desamparados; este mundo sí es cruel y cuando nos ha tocado probar tantito, un poquitín de sus crueldades, suele ser complicado reconocer el amor de Dios en las cosas que nos han quitado. Ser asaltado es tan natural en este país como la gripe asiática o tolteca.
Sí, mi queruida Om Shanti, como dicen las damas perrredista,priistas o panistas: “Es normal tener problemas, es normal que haya cosas que nos hagan sufrir, que nos duelan. A todos nos pasa más de una vez, los problemas y los sufrimientos son parte de la vida, lo que no es normal ni sano, es que los enraicemos en nuestro corazón, en nuestra vida, que no aprendamos a darle solución o salida, que no enfrentemos nuestro dolor y vayamos corriendo en círculos tratando de escapar de él.”
Es recontranormal que te asalten, que te quiten tus cositas, que te dejen encueros, que te despojen de autos,  libros y CÁMARAS (—¡cÁMARA, ACCIÓN!!) que no veas al señor ni en los Pinos ni en el Zócalo ni en ninguna parte. El Señor está en los Cielos y desde allí, de tan lejos, le es harto difícil divisar al país:  ¡Pobre México, tan lejos del cielo y tan cerca de la corrupción y de la MP que te pedía azul celeste y que te cueste y te apueste a que el ladrón que destruyó tu auto, Javier Ramírez<, se carcajee de que vayas y vengas de la ¿¿!¡¡!‘Procuraduría de la Injusticia y de la Impunidad!!!
Ante esta evasión y aprensión, Dios no tiene cabida, simplemente porque no te permites enfrentar la situación que te ha hecho sufrir, aquella de la que cuando salgas de tu error de que sí es posible que te haga justicia la MP y te reciba Calderón,  te fortalecerá; por que aquella oportunidad que no llega y tanto deseas, está opacando las que sí tienes  y no te has dado cuenta, por que no todo lo que deseamos en la vida al obtenerlo te dará la felicidad que esperabas. ¡¡TIENES LIBROS, MILES DE LIBROS, TONELADAS DE DECRETOS, FOLLETOS,  impresos, fascículos, proclamas, panfletos, catálogos, no importa que le caigan lluvias, rayos, centellas, se lo coman ratas, se lo roben rateros, los devoren polillas, se los intenten quitar los cazadores de tesoros bibliográficos de universidades  como éste que te acaba de escrirbir:
 Subject: New window Print all Expand all Collapse all documentos de la Compania Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatan
 Estimado Dr. Lívingston Denegre-Vaught
 Mi nombre es John Gust y yo soy un estudiante de posgrado en la Universidad de California, Riverside. Yo soy un antropólogo y estoy haciendo mi  trabaja de campo por mi tesis en arqueología histórica. Estoy trabajando principalmente en la región de Yalahau en el norte de Quintana Roo investiga las industrias extractivas a finales del siglo 19 y 20 en especial chicle y palo de tinte. He visto su anuncio en personales.com sobre el documentos usted  esperaba que fuera pronto en la biblioteca del estado de Campeche. Estoy especialmente interesado en los materiales relacionados con la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán. ¿Sería posible para mí para tener acceso a estos materiales? La entrada de la bibliografía que estoy haciendo referencia se copia a continuación. No sé dónde se encuentra, pero tengo la intención de estar en Campeche hasta mañana, pero puedo ampliar mi estancia aquí es necesaria. Yo, por supuesto, ser feliz para sufragar los costos asociados con la fabricación de los documentos disponibles.
 COMPAÑÍA COLONIZADORA/ DE LA/ COSTA ORIENTAL DE YUCATAN/ “S.A.” / (filetito)/ México, Mayo de 1896/ (filetito)/ (viñeta)/ MÉXICO/ IMPRENTA Y LITOGRAFIA MONTAURIOL SUCS. / Calle del Coliseo Viejo Núm. 6. /(filetito)/ 1896Cub. que reproduce datos de la portada en cuadro de doble filete.- Port.- v. en bl.- Texto: 3-32 pp.- Un mapa de la República Mexicana en el que se indican los terrenos pertenecientes a la Cía. Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán en 1896.- Un plano de la parte oriental de Yucatán indicando los terrenos de la propiedad de la Cía. Colonizadora de la costa oriental de Yucatán deslindados por la Comisión de Ingenieros de los señores F. Martínez y Cía. En 1896.- Cub. Post.- 22.7 x 16.5 cms. La Secretaría de Fomento, Colonización e Industria concede el permiso a los señores Faustino Martínez y Juan B. Martínez de traspasar a la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán, el contrato celebrado con la mencionada secretaría el 14 de agosto de 1894, sobre compra, venta y colonización de terrenos baldíos en aquel estado. Los señores Manuel González Cosío, H. C. Waters, Ignacio de la Torre y Mier, e Indalecio Iñigo Noriega establecen los estatutos para la organización de la sociedad anónima de responsabilidad limitada, llamada: “Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán”. Esta sociedad fue constituida en la escritura pública otorgada el 2 de marzo de 1896, ante el notario público Ramón E. Ruiz. PROYECTO DE BIBLIOGRAFÍA COMENTADA de YUCATÁN y CAMPECHE. LDV/ge/06062002
Sinceramente
John Gust
Estudiante de Posgrado en Antropología
Universidad de California, Riverside
En U.S. 001-951-315-6033
En Mexico (hasta 17/7/2011) 001-951-313-7147
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 ¿Ves? Eres un viejo descontentadizo que no te das cuenta de lo que posees. ¿Qué importa que ese documento lo tengas refundido en algún rincón de tu inmensa b iblioteca y no lo puedas conseguir?  ¿Por qué si Conaculta, el gobierno de Campeche o Felipe Calderón  o el mismísimo Dios no te escucha o ayuda y pareciera que con el enojo de sentirte ignorado, pierdes de vista o le restas importancia a lo más valioso que un ser humano puede tener en la vida, que es amar y sudrir toda clase de asaltos, robos y menosprecios… ¡¡.AMA Y NO TE IMPORTE QUE TE DESPRECIEN DESDE EL PRESIDENTE HASTA LA CULTA DAMA DE LA CONACULTA¡¡¡
Te invito a que el día de hoy hagas una lista de las cosas buenas que tiene tu vida, estoy segura que te sorprenderás cuando descubras, que la mayoría de ellas, no se las has pedido a Dios, al Presidente o la Cultaconnacional  y sin embargo Él te las ha otorgado gratis, simplemente porque te ama.
— ¿Quién, el Presidente Calderón, me ha dado…?
—NO SEÑOR: DIGO QUE TE LAS HA DADO DIOS  SIN QUE SE LAS HAYAS PEDIDO!!!
—¡¡AH!!!
SÍ SEÑOR: Dios te ama, pobrecito viejito. Olvídate del asalto: estás vivo y aunque estés ahorita en el Hospital con un infartazo que ni Dios Padre te lo quita, por el sustote que te llevaste,  dale Gracias  Dios de que no sólo vives sino que escribes otra vez sobre tu asalto…
Si no encuentras nada bueno en tu vida, puedes compartirme tu historia, tal vez juntos podamos descubrir que Dios sí te escucha.No importa que el señor Presidente Felipe Calderón Hinojosa no tenga tiempo para ti y tus libracos….
 


martes, 26 de julio de 2011

EL CRONISTA DE LA CIUDAD DE MÉXICO ESCRIBE SOBRE JORGE DENEGRE

nocí a Don Jorge Denegre Vaught en 1971.
















Yo tenía quince años de edad y muy poco tiempo de haber iniciado la búsqueda de los libros que demandaba mi voracidad lectora y que luego utilizaba como instrumentos de trabajo. Varias personas que me habían hablado de Don Jorge y una de ellas, Don Gustavo Navalón, quien tenía su despacho en la calle de Donceles, me dio el consejo de buscarlo si quería conseguir dos libros que no se veían casi nunca en las librerías de viejo. Mi interés por ambos en ese momento era enorme. Uno de los dos era la Crónica dominica de Fray Hernando de Ojea,
de principios del siglo XVII aunque publicada de manera póstuma a principios del actual por la imprenta del Museo Nacional, gracias a los empeños del director de su biblioteca, Don José María de Agreda y Sánchez, insigne bibliófilo erudito del XIX mexicano. Ojea en su crónica describe a la ciudad de México y a la iglesia de Santo Domingo tal como la vio en 1607, con su cielo lleno de estrellas, su purpúreo amanecer, su primavera de fuentes plantas y flores, sus calles anchas y sus edificios majestuosos y entre ellos la referida iglesia, entonces llena de retablos renacentistas, artesonado mudéjar y una sacristía decorada con temas bíblicos por Simón Pereyns, Andrés de Concha y Francisco de Zumaya. El otro era el de los Conventos suprimidos de México de Manuel Ramírez de Aparicio. Una anciana tía mía me lo había regalado en la edición de Agüeros, pero yo deseaba tenerlo en la edición primera de 1861 pues contenía litografías magníficas que permitían imaginar los conventos desaparecidos: San Francisco, cuyo aspecto imaginaba gracias a los recuerdos de García Cubas, que lo visitó de niño, o el de la Piedad, cuya iglesia llegó hasta los años del presente para ser demolida y ocupada por la Octava Delegación.
 
 
Serían como las siete de la noche cuando salí de la escuela y me dirigí a casa de Don Jorge Denegre. Toda la tarde, en mi pupitre, me imaginaba los libros y empecé a preguntarme si no tendría otros que también buscaba. Llegando toqué el timbre y unos perros comenzaron a ladrar con tanta furia que me asusté; salió una muchacha y me preguntó si algo se me ofrecía y le expliqué mis motivos y le di mi nombre. Unos minutos después salió un hombre de pelo blanco vestido de traje con chaleco que me miraba extrañado. Comenzó por examinarme e interrogarme. Y así, tras la puerta, desde la calle le respondía sus múltiples preguntas. Le solicité el libro de Los Conventos y la Crónica de Ojea. Le dije que mi interés era obtener informaciones sobre el arte colonial y estuvimos hablando sobre retablos, conventos, iglesias y pintores. Así pasó hora y media. Me dijo que volviera otro día, pues tenía que buscar esos libros. Me fui feliz, no solamente por haber encontrado esas rarezas sino por haber conocido a una persona tan sorprendente, pues
 
Volví una semana después. Ahora, sí me invitó a pasar a su casa-biblioteca. Me sentí suspendido, encantado, impresionado con el espectáculo que ofrecían las habitaciones repletas de libros inconseguibles. Recuerdo la estancia principal con su Virgen de Guadalupe <de Cabrera> que fuera algún  día propiedad del padre Castillo y Piña, como luego me lo dijo, con sus anaqueles llenos de obras de historia regional y bibliografías de las que Don Genaro Estrada editara desde la Secretaría de Relaciones en los años veinte, colección que entonces me empeñaba en tener completa. Recuerdo el cuarto de arte e historia y el de obras mexicanas, donde, en esos años, el escritorio todavía servía para escribir. Las estancias de arriba estaban cerradas, lo cual picó mi curiosidad. Admirado, sorprendido, le enseñé los libros que iba a ofrecerle en canje y Don Jorge me mostraba a su vez los ejemplares del Ojea y de Los Conventos. El Alamán estaba en buen estado pero carecía del tomo V y los folletos y El Periquillo del "Pensador" le parecieron en mal estado. Cierto, tenían picaduras de polilla. Su ejemplar de Ojea estaba lavado y encuadernado de guinda por Castilleja y Los Conventos se hallaba completado con fotocopias, pero tenía completas sus litografías originales. Era tal mi ansia por tener y leer a mi antojo esos libros que no reparé en sus defectos. Sus ejemplares no eran perfectos y los míos tampoco, pero contenían lo que ambos siempre hemos considerado esencial en un libro: el texto completo, que en última instancia es lo que importa. Mi Alamán trunco lo había leído y lo había conseguido en quinientos pesos, cifra considerable para mí en esos días. Los folletos los había comprado en "Robredo" en una cantidad próxima a los mil pesos y esperaba obtener por ellos algún beneficio. El Lic. Denegre fue implacable y me dijo que si le daba mis libros y dos mil pesos me entregaría los libros que yo soñaba tener. Cerramos el trato y le pagué después, ya que me dio la facilidad de darle el dinero en una semana. Una persona me lo prestó y pude pagarle. Así empezó una relación que en muy poco tiempo se volvió amistosa y hoy día muy entrañable.
 
Don Jorge Denegre es un personaje único. Por su memoria, sus conocimientos en materia bibliográfica e histórica, su cultura general muy sólida, su amor a México, a los libros y al estudio, por su celo en la conservación del patrimonio bibliográfico nacional y sobre todo por su nobleza, su buen carácter y su raro sentido de la amistad fundado en la lealtad y la generosidad.
 



A Don Jorge le debo varios libros. Sin su ayuda jamás los hubiera escrito. Me refiero, más que nada, a la Bibliografía Novohispana de Arte y La ciudad y la Utopía en el Siglo XVI. Para el primero me dio todas las facilidades imaginables, desde consejos y fotocopias hasta originales maravillosos. En el segundo caso, me proporcionó el ejemplar del tratado del Alberti anotado de puño y letra del Virrey Mendoza, un libro impreso en París en 1512, pero leído en México en 1539 por Don Antonio, el primer Virrey de Nueva España. Esta joya increíble estuvo en mi poder todo el tiempo que ocupé en mi investigación hasta que luego lo doné a la Biblioteca Central de Antropología e Historia.
Yo tenía escasos recursos por mi edad y mi condición de estudiante de primero de preparatoria. Sin embargo, disponía ya de unos pocos libros para canje: cuatro tomos de la historia de Lucas Alamán, en su primera edición, del Pensador Mexicano, folletos en su mayoría.de libros sabía todo.
 
Los ratos que he pasado con  Don Jorge hablando de libros y de las cosas de la vida han sido muy formativos y las anécdotas que hemos vivido juntos para mí serán inolvidables. Don Jorge ha sido uno de mis mejores maestros pues me enseñó a aprender, a sentir pasión por la bibliografía y los libros y a reírme de muchas cosas. Aunque jamás se ha tomado en serio, pues es muy inteligente y tiene mucho sentido del humor, Don Jorge es uno de los más serios bibliógrafos de México; su trabajo sobre Rivera Cambas así lo demuestra. Su colección de Grandes Crónicas Mexicanas es un esfuerzo admirable, así como sus ediciones que ostentan el rubro de
Academia LiterariaHYPERLINK "http://personales.com/mexico/campeche/algrano/OBRAS%20HISTORICAS%20MEXICANAS.htm". Sus artículos históricos publicados en la Enciclopedia de México son prueba de su solidez en temas tan interesantes como el de la Piratería en el Golfo de Campeche.mexicano extraordinario.
 
Su obra escrita, sus esfuerzos por enriquecer las bibliotecas de México, su celo para denunciar saqueos, su honradez a toda prueba, la semilla que ha depositado en todos sus amigos y seguidores, sus conocimientos ya mencionados, que abarcan diversas materias, y su bondad, lo hacen acreedor a este homenaje y al reconocimiento de todos los que encontramos en él, a un hombre bueno, amigo y valioso como pocos. Vayan con estas palabras mis sentimientos de gratitud y admiración por este