viernes, 25 de mayo de 2012



BIBLIÓFILO Regiomontano

Pongo este gentilicio con temor... Quien le haya dado una calificacion negativa a este vocablo, es un ignorante.... Anteriormentemonte se les decia Reineros pero a un escritor se le ocurrio el gentilicio de "Regiomontanos" o de cariño "Regios". No confundir su uso con describir algo regio, delicioso. Aunque creo que es el adjetivo que merece el sig. trabajo:




ALFONSO RUBIO BIBLIOFILO.
La pasión por los libros fue un rasgo permanente en la personalidad de Don Alfonso. Amaba los libros tanto por su contenido conceptual como por sus cualidades físicas. Sería absurdo intentar hacer el inventario de su biblioteca que sobrepasaba los doce mil volúmenes. En esta carpeta usted podrá encontrar solo algunas fotografías de las portadas y quizás algunas páginas interiores principalmente de libros antiguos, anteriores al año 1800, que Don Alfonso fue coleccionando a través de los años. Encontrarse con los libros antiguos no siempre es fácil, y aún más difícil era encontrarlos en la ciudad de Monterrey. Sucede con ellos lo que con las antigüedades: encuentra uno lo que hay y no lo que desearía. Darle una total coherencia a una biblioteca de libros antiguos es cada vez más complicado, pues los libros más buscados son escasos y cuando llegan a salir al mercado sus precios no son siempre accesibles. Muchos libros antiguos se han perdido en incendios, inundaciones o por problemas inherentes a su misma materia. De algunos sobreviven muy pocos ejemplares y con suerte se pueden conseguir ediciones facsímiles solamente. Por ello vamos a encontrar principalmente libros que abordan temas de religión: sermones, vidas de los santos o algunos escritos de Santa Teresa, Fray Luís de León o San Francisco de Sales. Encontraremos algunos otros sobre legislación, reglamentos o tratados
 internacionales. Otros más sobre gramática de algunas lenguas y diccionarios y uno que otro sobre aspectos científicos: agricultura, matemáticas, astronomía o cocina. La mayoría de estos libros fueron impresos en Europa, aunque el tema que aborden sea algunos aspectos de la Nueva España o Las Indias.
 Son notables las diferencias que hubieron entre el viejo y el nuevo continente en cuanto a su industria editorial Aunque en México hubo imprenta a los pocos años de haber llegado los españoles, el número de obras y el tiraje que se hicieron durante el siglo XVI y XVII principalmente en la ciudad de México y en la de Puebla, hace que estas ediciones sean francamente escasas. El siglo XVIII novohispano fue un poco más pródigo en cuanto a su industria editorial, aunque también es difícil encontrar dichas publicaciones. Don Alfonso logró reunir quizás dos o tres centenares de libros antiguos dentro de su biblioteca.
Otro aspecto interesante de sus adquisiciones fue el de los apoyos para conocer y reconocer las antigüedades que veía en el mercado. Dentro de su biblioteca encontramos libros de referencia sobre mobiliario europeo y mexicano de todas las épocas; piezas precolombinas, porcelanas, pinturas y esculturas mexicanas y europeas, orfebrería, vidrio y cristal, herrería artística, artes decorativas, cristos de caña, grabados japoneses, marcas de los orfebres de la plata, marfiles, el maque, el alabastro, el carey, y demás. Todos ellos le servían de consulta para informarse sobre sus adquisiciones.
Don Alfonso fue un gran entusiasta de la vida, todo le apasionaba; todo movía su curiosidad. Sin embargo algunas manifestaciones culturales llegaron a maravillarlo. Unas de ellas lo fueron los libros de horas medievales y renacentistas con sus bellas páginas iluminadas. Evidentemente estos libros están ahora en museos o en bibliotecas especiales celosamente guardados. Sin embargo, gracias a los recientes avances tecnológicos de la imprenta, han aparecido magníficas ediciones que reproducen de manera facsímile los más bellos de estos libros completos. Estos libros representan la fusión de dos de sus más caras pasiones: el arte y los libros. Don Alfonso los veía y los estudiaba con gran placer y, cuando podía, incluía en sus viajes visitas especiales para ver los originales. Los libros de horas, con sus finísimas miniaturas, son una de las más grandes manifestaciones artísticas y culturales del mundo occidental. En su biblioteca encontramos todos los libros sobre este tema que se encontró, durante sus visitas a las librerías y sus viajes, a lo largo de su vida.
 
Igualmente encontramos una sección de libros sobre la historia de las ciudades y sus monumentos: Zacatecas, Puebla, Oaxaca, Guanajuato, Ciudad de México, Mérida, así como de muchas ciudades del mundo. Encontramos otra sección de monografías de las iglesias y conventos de México y de Europa, otra con monografías de artistas plásticos tanto mexicanos como de países occidentales de todas las épocas.
Existen otras secciones sobre España, Francia e Italia su historia y su arte. Esta sección comprende más de cuatrocientos volúmenes
Tema central en su biblioteca es igualmente la historia de México. Cuenta con textos sobre los episodios de la historia, documentos comentados y facsímiles, biografías de hombres ilustres, historiografía y revistas. Existen reproducciones de los principales códices que dan cuenta de la historia de los mexicanos en tiempos anteriores a la conquista española y los textos históricos de los primeros cronistas e historiadores que llegaron con Hernán Cortés hasta los contemporáneos. En suma su biblioteca de historia de México comprende más de dos mil libros.
Tema central es igualmente la literatura universal, la española, la mexicana y la latinoamericana. Es de subrayarse el énfasis que tiene la poesía. Respecto a los escritores mexicanos mejor representados encontramos a Sor Juana Inés de la Cruz, Ramón López Velarde, Alfonso Reyes y Octavio Paz de quienes encontramos sus obras completas, además de los prácticamente todos los libros que publicaron en vida. La lista de autores resulta muy extensa. Especial mención debo hacer respecto a las obras de Miguel de Cervantes, Fray Luís de León, Pedro Salinas, León Felipe, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Los hermanos Machado, Rainer María Rilke, Baudelaire y Pablo Neruda de quienes encontramos múltiples títulos y bellas ediciones de sus obras. Es muy posible que esté omitiendo autores muy leídos por Don Alfonso como lo fueron Shakespeare, Virgilio, Dante, Petrarca, que tienen mucha presencia dentro de su biblioteca literaria.
Las ideas es otro capítulo que es parte fundamental del corpus de su biblioteca. Encontramos historias de la filosofía así como textos filosóficos por los que se puede recorrer toda la historia del pensamiento occidental. Particular énfasis encontramos sobre los filósofos griegos, Santo Tomás de Aquino, Erasmo de Rótterdam, Maquiavelo, Voltaire, Rousseau, Emmanuel Kant, Heideger, Nietzsche, y Pierre Theilard de Chardin. En este renglón de importancia estaría igualmente el tema de la educación mismo que le preocupó siempre.

http://alfonsorubioyrubio.com/video.php

Otros temas importantes si no centrales fueron: la historia de la iglesia en el mundo y particularmente en México, la historia de la Compañía de Jesús, la Virgen de Guadalupe, biografías de los papas y los santos, historia del estado de Michoacán e historia del estado de Nuevo León, la música, las técnicas y secretos de la restauración de obras de arte y antigüedades
Rindo homenaje a don Alfonso Rubio y Rubio. Este bibliófilo nacido en Michoacán llegó a Monterrey a integrar una importante biblioteca particular. Sus seres queridos han puesto esta información en esta dirección:
He aquí sus direcciones y mi reconocimiento por su tarea de difusión por el notable escritor regiomontano:
Santiago Alonzo Ibarrola
Eduardo Rubio Elosua
Lourdes Islas de la Vega

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